Gracias a la ayuda del artista afincado en Estellencs Mariano Navares , durante el último mes de clase hemos podido desarrollar un proyecto que ha sido un éxito en muchos sentidos. Por un lado tratamos de unir lo que es el reciclaje, la creación de objetos y ampliar lo que es nuestra visión del arte. Para ello trabajamos en 3 fases más una previa.
Tras la conclusión de estas fases y con muy buen criterio, Mariano nos animó a realizar una actividad final que fue la exposición de los objetos y obras artísticas de los alumnos.
Fase previa
Entre otras cosas era la recogida de material reciclado, la puesta en marcha con preguntas
¿de donde salen los materiales que utilizamos en el día a día?
¿Qué es para vosotros el arte?
¿conocéis algún artista?
¿ Diferencias entre arte, inventar objetos, hacer objetos ?
La primera de las fase, se dedicó a ver que material disponíamos, hacia a donde podríamos dirigir nuestros esfuerzos. Tratamos de sacar ideas. Las explicaciones de Mariano hacían que pensáramos constantemente muchas cosas. Sin concretar veíamos infinidad de posibilidades. La lluvia de ideas era una buena forma de sacar de nuestra imaginación cosas que no sabíamos que teníamos. Buena parte de la culpa fue la visita al taller de nuestro ya amigo Mariano que supuso descubrir un mundo.
Era tal el ambiente artístico que se respiraba en el taller que algunos de los alumnos no podían reprimir el realizar dibujos, comentarios etc. en el mismo taller.
La segunda fase era plasmar esa idea, principalmente dibujándola. Era el momento de empezar a concretar. Teníamos que decidirnos por una puerta, para luego sumergirnos y explorar. Era fácil ideas teníamos muchas. Pero teníamos que seguir pensando, probando, imaginando...
La tercera fase era realizar lo que teníamos preparado, con la ayuda del dibujo nos poníamos mano a la obra. Sin duda era el colofón a una secuencia perfectamente programada por el artista. Imitamos a menor escala (sobre todo de tiempo) y salvando las diferencias lo que Mariano hace cuando trabaja en su mundo. Eso nos agradaba mucho, ya que al ser una persona cercana era como estar jugando en el patio. El ambiente no era de trabajo, era de goce. Ni un grito, ni una discusión, ni una pelea... todo cooperación, ayuda, empatía sin competitividad.
La última fase a propuesta del artista fue crear un espacio de exposición. Utilizamos la sala de psicomotricidad para ubicar los objetos y las obras de arte en un ejercicio muy importante de empatía hacia los que van a observar. Nos llamó mucho la atención que no es poner los objetos y las obras de arte en un lugar y ya esta. Sino que hay todo un ritual que puede potenciar o diluir el trabajo realizado.
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